Santillana está documentada como villa desde el siglo X pero es más que probable que ya existiese desde comienzos de la Reconquista y la repoblación allá por los siglos VIII y IX con el nombre de Planes y aquí existiese un primitivo monasterio, probablemente particular.
Planes cambiaría de nombre con la llegada de las reliquias de Santa Juliana (Sancta Luliana, pasó a ser Santillana), martirizada en época de Diocleciano a finales del siglo III. Tales restos fueron traídos por monjes peregrinos en el siglo IX.
De ese tiempo altomedieval no queda nada, puesto que las edificaciones románicas del siglo XII renovaron por completo las antiguas edificaciones (asturaianas o mozárabes, no se sabe).
La protección primero de los condes y luego reyes de Castilla propició el crecimiento en prestigio y en propiedades. Ya en el siglo XII el cenobio de Santa Juliana -siglo que coincide con la mayor importancia- aparece citado como colegiata, habiendo sido sustituidos los monjes benedictinos por canónigos de San Agustín.
El
declive comienza a principios del siglo XIII hasta hacerse mucho más
patente en la centuria siguiente.
De todo el enorme complejo que actualmente constituyela colegiata, lo más antiguo es la parte románica, que luego sufrirá daños.Se iniciaría a principios del siglo XII, y consta de una iglesia de grandes dimensiones, de tres naves, transepto y cabecera tripartita, con cimborrio sobre el crucero.La obra románica data de las primeras décadas del siglo XII, y consta de una iglesia de generosas proporciones, de tres naves, transepto, cabecera tripartita, con cimborrio sobre el crucero, además de una torre cilíndrica y un magnífico claustro de fines de siglo. La transformación del antiguo monasterio en colegiata, al cambiar de la regla benedictina por la de los Canónigos de San Agustín data del mismo siglo XII. El edificio ha tenido sucesivas adiciones y reformas:
- La torre de planta cuadrada de los pies -seguramente del siglo XIV- que parece se puso como enorme contrafuerte sobre la fachada occidental para estabilizar la estructura.
- Del siglo XV parece ser la capilla tardogótica añadida al brazo norte del transepto, conocida como del Marqués de Robledo y que cuenta con una bóveda de crucería estrellada.
- Del siglo XVII serían la sacristía adosada al hastial del brazo sur del transepto, que casi lo para completamente; la galería sobre la nave meridional, el zaguán y la casa del abad. También se ría de estos momentos la modificación de la puerta románica del muro sur con construcción de un frontón renacentista.La fachada sur es la más vistosa por su tamaño, riqueza de elementos y disposición a la vista de los transeúntes que alcanzan la colegiata por las principales calles de la Carrera, Cantón y Río. De época románica, lo primero que observamos es la portada con arquivoltas de medio punto sin decoración y columnas con capiteles meteorizados que todavía dejan ver animales como leones y basiliscos. En el friso superior hay estatuas encastradas en las enjutas, apóstoles, obispos, y Adán y Evaen el pecad original.Lo más espectacular es el Maiestas Domini que bendice con la mano derecha y porta el Libro de la Vida con su contraria, dentro de una mandarla sujeta por las manos de cuatro ángeles en curiosa postura horizontal y paralela. Esta iconografía podría estar relacionada con el Juicio Final aunque nos inclinamos a pensar más en la Ascensión.
El esquema constructivo responde al de una iglesia de tres naves de cuatro tramos, transepto , tres ábsides semicirculares, una torre cilíndrica, y cimborrio sobre el crucero. Se completa con un claustro y las dependencias abaciales, y sigue el modelo de Frómista y del románico del Camino de Santiago.
También
nos llama la atención la no muy alta torre cilíndrica con cuerpos
separados por impostas taqueadas y el superior con vano ajimezado.
Ante su contemplación nos salta a la memoria algunas torres del
románico lombardo o las que flanquean la fechada de San Martín de
Frómista. En todo caso, nada tiene que ver este campanario con otras
torres prismáticas importantes del románico cántabro como las de
San Pedro de Cervatos o Castañeda.
Del
hastial del crucero en su extremo meridional, poco podemos ver por
haberse construido la citada sacristía. No obstante se vislumbra un
ventanal en el extremo superior así como una serie de canecillos.
A pesar de que la ausencia de ábside románico en el lado norte, así como la adición de sacristía y capilla, no cabe duda de que la cabecera de la colegiata de Santillana es una de las más espectaculares del románico español gracias a la articulación mural de los ábsides central y meridional.
En
concreto, el ábside principal cuenta con finas columnas en tres
tramos con sus respectivas basas. Loas paños resultantes llevan
aspilleras de iluminación rodeados por estructuras tipo portadas,
con dos amplias arquivoltas de medio punto y chambrana sobre dos
parejas de columnillas. Por su parte, el absidiolo lateral sur es, en
su menor tamaño, otra joya que repite el juego de columnas y
ventanal pero adaptándose a su menor superficie.
Aunque
el conjunto de capiteles tienen dispar nivel de conservación,
todavía pueden vislumbrarse interesantes tallas como el capitel que
muestra un mono boca abajo
El
templo de la Colegiata de Santillana del Mar es un edificio de tres
amplias naves deparadas por arcos formeros de medio punto sobre
pilares cruciformes con medias columnas en sus caras externas. El
abovedamiento de los ábsides es el habitual románico y también el
del transepto con bóveda de medio cañón.
No
se sabe si las tres naves -más alta la central- también tuvieron
cubierta de piedra o de simple madera. Las actuales de crucería son
del siglo XIII. En el crucero se levantó un cimborrio
basado en
sobreelevadas pechinas que soportan la cúpula semiesférica, que hoy
parece ovalada como consecuencia de reformas ulteriores. La
estructura columnaria ofrece un riquísimo repertorio de capiteles.
Varios de ellos son vegetales o contienen volutas con cabecitas entre
ellas.
Entre las cestas con temática zoomorfa tenemos los que
muestran leones, aves y un mono con una cuerda al cuello. En uno de
los ábsides hay uno de temática erótica con un personaje fálico
o el más conocido de todos donde dos guerreros luchan con escudos y
enormes espadas.
Nada sabemos de lo que hubo en la fachada occidental de la iglesia ya que en el siglo XIV se adosó una gruesa torre prismática con el fin de apuntalar el edificio. Lo lógico es que hubiese una portada monumental y tal extremo puede justificar la existencia de una serie de relieves descontextualizados en los tres ábsides, que procederían de ella:
En
el ábside del Evangelio hay un relieve de la Virgen con el Niño en
la clásica iconografía bizantina de Sedes Sapientiae y rodeada de
estructuras arquitectónicas.
En el ábside de la Epístola se conserva un nuevo relieve con la santa patrona domeñando al diablo.
También procedería de la puerta occidental un espléndido relieve con un Maiestas Domini que se guarda en la Capilla del Marqués de Robledo. Se atribuye a Pedro Quintana, artista que esculpió el tímpano de la iglesia de Yermo en 1202.Al margen de estas piezas, debemos también citar dos más guardadas en distintos lugares del templo colegial: la pila bautismal y el Sepulcro de Doña Fronilde.
La
pila bautismal románica se encuentra en cuerpo inferior de la torre
occidental usada como baptisterio. Es de forma caliciforme y amplias
dimensiones. Destaca por un rudo relieve de Daniel en el foso de los
leones.
El famoso claustro de la Colegiata de Santillana del Mar fue levantado al norte de la iglesia a finales del siglo XII o comienzos del XIII. Es un espacio cuadrangular ligeramente irregular con cuatro pandas abiertas a un patio central mediante arquerías. De época románica son sólo tres de ellas puesto que el ala este es muy posterior. Los arcos de las crujías románicas son de medio punto y caen sobre dobles columnas de fustes gruesos y bajos, lo que tiene la virtud de de permitir al espectador la contemplación de los capiteles casi a la altura de la vista. En total son un total de 43 los capiteles románicos que podemos disfrutar en este claustro, lo que ofrece un repertorio muy amplio de motivos vegetales, geométricos, zoomorfos y de escenas bíblicas.
Todos ellos simbolizan la lucha entre el Bien y el Mal, y la necesidad de la penitencia y el perdón para salvarse de las penas del infierno. Este mensaje se muestra a través de alegorías y símbolos animales (leones, pelícanos, palomas, cuervos, serpientes, cabras..) y vegetales (manzanas, helechos, acanto, lirios, vid, uvas, piñas..) así como algunas escenas humanas.
De todos ellos, destacamos los siguientes:
- Bautismo de Cristo y degollación de San Juan Bautista.
- Maiestas Domini en la mandarla.
- Pesaje de las almas por parte de San Miguel
- Un grupo de animales maléficos de orejas picudas que se encuentran dentro de tallos que los envuelven.
- Daniel en el foso de los leones
- Escena caballeresca de la despedida de un caballero de su dama.
- Caballero luchando contra un dragón.
- Pastor ahuyentando a los lobos que atacan a su rebaño.
La
comunicación del claustro con la iglesia se practica a través de
una armónica y sencilla puerta de arquivoltas de medio punto. De
hecho los visitantes han de acceder al claustro primero a través de
una puerta de acceso a la panda oeste y desde aquí penetrar en el
templo por dicha puerta, ya que la principal descrita del muro
meridional está casi siempre cerrada.
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