Recomendaciones prácticas: material

Lista de material para el camino de Santiago

Las botas. (botas de trekking: ligeras)
Está claro, eso sí, que nunca las debemos estrenar el mismo día en que empezamos el Camino; todo lo contrario, debemos haber andado muchos kilómetros con ellas. 

Otro calzado: es conveniente un calzado cómodo para cuando no se está caminando. Pueden valer las chanclas o unas deportivas que no pesen.

La mochila.

Debe tener entre 45 y 55 litros de capacidad. Debe ser anatómica.
El peso de la mochila recomendable es el del 10% del de tu cuerpo. En un caso límite el 15%.
Haz la mochila unos días antes e intenta ajustarse a ese porcentaje.

La esterilla, o aislante de caucho, muy útil si hay que dormir en el suelo.

El saco de dormir. En verano con uno de +15 (grados de confort) es suficiente. Algunos sólo pesan 700 gramos. 


La ropa. Dos o tres mudas son suficientes. En épocas de calor, las camisetas térmicas de verano son mejor que las clásicas camisetas de algodón, pues son muy ligeras, transpirables y no retienen la humedad.

Además no debemos olvidar llevar un polar delgado.

Dos pares de pantalones: Uno el puesto para andar (cortos o largos según época), también son muy utilizados los desmontables; y otro de repuesto y de uso para los finales de etapa y los desplazamientos de ida y regreso a casa.

Un bañador y una toalla.

Tres o cuatro pares de calcetines 100% de algodón, si es posible sin costuras.

.Para la lluvia. La mayoría de los caminantes llevan una capa impermeable (el conocido poncho) que también cubre la mochila, pero resulta incómodo si sopla el viento. Una buena alternativa es llevar un simple chubasquero y un protector impermeable para la mochila.

Para el sol. Es imprescindible llevar un sombrero o una gorra con visera y crema de protección solar. Los pañuelos de cuello son muy útiles.


Para la ducha. Aparte de chanclas y una pequeña toalla (que ya hemos mencionado) es necesario los productos higiénicos que tú consideres.(siempre en pequeñas cantidades para que no pese).

El botiquín. Encontraremos algunas farmacias a lo largo del Camino. Por lo tanto, será suficiente con llevar: tiritas especiales para ampollas (Compeed) y el el utensilio más importante para curar las ampollas: hilo y aguja. Vaselina para poner en los pies.

El móvil y cargador.

Documentación básica.

El DNI, la tarjeta de la seguridad social o entidad médica correspondiente, y la credencial del peregrino.

Dinero.

Material adicional.

Una linterna pequeña para movernos de noche en el albergue, pastilla de jabón lagarto para lavar la ropa, pinzas para tenderla e imperdibles para colgarla de la mochila si al día siguiente todavía no está seca.

Cantimplora o botella para el agua,

Pañuelos de papel, papel higiénico, tapones para las orejas para quien lo crea conveniente.

Alguna prenda fosforescente para colgar en la mochila los días que toque algún tramo por la carretera. 

El bordón o bastón del peregrino, que es útil para acompañar el paso,y

 que puede ser un palo de montaña telescópico.




Os recomendamos que leáis mucho sobre el Camino de Santiago, para disfrutarlo aún más.

Es muy completa:





<Y cuando llegue el día del último viaje, 
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 
me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 
casi desnudo, como los hijos de la mar>
Antonio Machado, Retrato




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