joya del románico navarro, que veíamos desde la ventana del albergue, nos despide con un "hasta pronto". Los dibujantes del grupo lo han hecho eterno para nosotros.
Hasta pronto, porque el pensamiento de la mayoría de los caminantes que van hacia Santiago, es la de volver. Recorrer de nuevo esos u otros senderos que les unan a gentes con el mismo afán.
todavía tierra navarra, ciudad que refleja un esplendoroso pasado, y que da paso a los viñedos ya riojanos.
Fotos de grupo,
como recuerdo de unos días entrañables, de este grupo, ya cansado, pero sin ganas de separarse, ni de ir cada uno a su casa a descansar.
Logroño y la calle Laurel,
con sus aperitivos y sus despedidas, del caminante que se queda a seguir el recorrido. Y el autobús de vuelta a la comodidad, a la realidad. Quedan los recuerdos en el corazón y en la cámara de fotos. Imborrables.
Buen Camino, Pedro.
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