domingo, 1 de julio de 2018

Sensaciones de caminantes: lo mejor y lo peor del camino

Cascadas del Ézaro, en el camino de vuelta a casa
Una vez terminado el recorrido de nuestros caminantes, reposados y curados los pies, nos cuentan sus sensaciones, una reflexión sobre lo mejor y lo peor del camino


Hola!! Pues a ver, El Camino es un viaje al que yo le tenía mucho respeto (por no decir miedo) y ha acabado siendo una experiencia que no puedo comparar con nada que haya vivido antes. Sin duda, y a pesar de ser un cliché, diré que lo mejor ha sido descubrir que con fuerza mental y una actitud de superación este reto se puede superar, porque si fuese por fuerza física yo me habría vuelto a Madrid el primer o segundo día. Una de las mejores cosas del viaje ha sido darme cuenta de que la presencia de un/a compañer@ hace el trayecto más ameno (aunque haya tenido ratitos de soledad que nunca vienen mal jejeje). Del Camino me llevo una mejor relación con algun@s de mis compañer@s. Y no solo eso, sino haber descubierto un mundo alejado del jaleo de la ciudad (que para los que vivimos en Madrid parece inconcebible pensar que se pueda vivir sin teléfono o sin cientos de tiendas alrededor); comprobar que muchas de las cosas que tenemos en casa no son realmente necesarias y sobre todo a valorar el agua!!!!! (encontrarse fuentes por el Camino era un subidón). Ah! Y se me olvidaba! Para mí ha sido muy satisfactorio ver como mi credencial (más sucia cada día que pasaba) iba aumentando su número de sellos, que quieras que no, eso hace mucha ilusión!.
Si tuviese que destacar lo peor, diría que sentir la suciedad constantemente que ni la ducha me quitaba y el sol quemándonos la piel todos los días (no nos ha dado ni un día de tregua, y a mí no me gusta nada el sol!!!). 
Ha sido una experiencia única, diferente y muy especial que quien no la vive nunca podrá entender lo que es. ¡¡¡Gracias por esta semana!!!

SANDRA

Lo mejor del Camino es ir con tus amigos recorriendo los Km y pasandotelo bien con todos. Lo peor sería que me hubiese gustado que los profesores nos hubieran advertido de que el Camino es más complicado de lo que parece y que debes ir preparado psicológicamente.

WALTER

Pues lo mejor del camino para mi ha sido la convivencia que hemos tenido todos los dias, y el apoyo entre los compañeros para seguir caminando y llegar a completar cada dia todas las etapas; y la increible y emocionante manera de cerrar nuestra etapa en el colegio.
Por otra parte lo “malo” han sido algunos malos ratos en las subidas de las largas caminatas.

CARLOTA M.

Valee 
Lo mejor: el compañerismo, el paisaje, la superación y esfuerzo y la amistad.
Lo peor: el cansancio y el dolor de los músculos

MARISOL

Al haber terminado el colegio, y dejar de lado los papeles de alumnos y profesores, la convivencia entre todo el mundo es lo que más me ha gustado

LUIS

Mi experiencia del camino fue corta pero muy intensa. Lo mejor sin duda son y serán siempre mis amigas y las tardes en los albergues; sin ellas el camino no tendría sentido. El camino hay que hacerlo con gente que te quiere, cuida y anima en los momentos de bajón con una canción de Melendi. Gracias chicas. Y gracias a todos lxs peregrinxs del camino, eso sí que es camino y lección de vida. 
Lo peor supongo que es lo típico: dolor, calor, cansancio... Quizás me desilusionó alguna actitud de ciertas personas o la falta de empatía que sentí...
Me llevo del Camino a personas maravillosas y un aprendizaje de mí misma y de los valores que quiero tener en el futuro. Gracias Camino.

CARMEN

Personalmente lo mejor del camino ha sido los momentos con profesores y compañeros, ambos los puedo llamar amigos, que teníamos tras andar en cada uno de los albergues conviviendo además de la sensacion de realizacion al llegar a Finisterre. Lo peor para mi han sido las lesiones que he sufrido junto con aquellos momentos que me ha hecho plantearme el abandono, menos mal que recibí el apoyo de todos para seguir.

ALBERTO

 Lo mejor: los compañeros profes, la actitud positiva de algunos alumnos, el itinerario elegido, los lugares visitados, el arroz con bogavante
 Lo peor: la actitud poco colaboradora de alguna alumna y el tratar a los alumnos como “ hijos “

JULIO

Lo mejor del camino ha sido la convivencia con los demás, las nuevas experiencias que nos llevamos, el paisaje y la comida (tradicional gallega); y lo peor ha sido el cansancio acumulado😂

PEPE

Pues yo creo que lo que más me ha gustado ha sido la convivencia que hemos tenido. Ayudarnos unos a otros, apoyarnos cuando lo necesitábamos y los momentos divertidos que hemos tenido. Y lo peor creo que ha sido todas esas cuestas matadoras, que subíamos a toda velocidad y el calor

INÉS

Lo mejor el grupo, el estar todos juntos, la vida en comuna y pasar a ser como una familia. Sentir q todos somos uno y q si en algún momento estas d bajon t van a animar pase lo q pase. Ha sido una experiencia realmente única.
Graciass 
Lo peor el dolor d tibial jajajajjajaja

MAR

Pues en mi opinión la peor parte del camino ha sido el dolor de pies, rodillas y demás partes del cuerpo, aunque hoy me he despertado echandolos de menos y todo!
Pues la mejor ha sido la convivencia sin lugar a dudas. Los momentos de descanso entre km y km, la guerra de agua, las charlas de después de cenar antes de irnos a la cama...
Y las cotilleos mientras andábamos!

CRIS

El camino para mi ha sido una mezcla de sensaciones. Lo que durante el día parecía horrible acababa convirtiéndose en anécdotas inolvidables de superación, esfuerzo y compañerismo. A pesar de que no hubo un solo día en el que no pensásemos en lo destrozados que estaban nuestros pies y piernas, nosotros seguimos con ilusión porque, como dicen, la meta es el camino.
Lo mejor del camino ha sido hacerlo! (Y San Juan😊)
Lo peor fue el último hostal.

SOFÍA

 Lo mejor ha sido la comida
Y lo peor nada

MANUEL

Hola Ana, lo que mas me ha gustado del camino yo creo que ha sido la buena relación entre todos y sobre todo con los profesores, lo bien organizado que ha estado todo y las facilidades que nos habeis dado desde el principio
y lo peor no sabría decir porque no creo que haya habido nada malo, a mi personalmente me ha gustado todo, y lo unico ‘malo’ eran cosas comprensibles que suelen pasar cuando se hace una ruta nueva tanto profesores como alumnos de no saber el km exacto de donde parar ni saber cuanto queda, pero como ya he dicho es normal y bastante se sabía para no haberlo hecho nunca

ANA GLEZ

Lo mejor del Camino para mi es la superación continua, como puedes siempre más de lo que crees, la fuerza que sacas de dentro, y que te contagian los demás caminantes, y que te hace llegar.

Lo peor, ....quizás pensar en que tardarás en volver a tener tantas horas para caminar, reflexionar y compartir, lo peor es que se acaba. Pero al Camino siempre se vuelve.

ANA P.

Es dificil elegir solo una cosa como la mejor, pero yo diría que seria que me he podido darme cuenta que en realidad solo necesitamos pocas cosas para estar bien .
Y lo peor , diría que sería el día que subí una cuesta cuando podía haber atajado por carretera

ANA CRISTINA

-Lo mejor: ver amanecer caminando en silencio. Así como las veces que nos perdiamos por ir ensimismad@s en una conversacion hasta que un lugareño te avisaba de ello.
-Lo peor: el calor y el asfalto. Las entradas a ciertos pueblos o ciudades que se hacian interminables.

Un beso fuerte

MARTA G.
Para mí, lo mejor del Camino ha sido, sin dudarlo, la convivencia con mis antiguos compañeros (ponerme al día, profundizar más en las amistades y pasarlo genial con bromas, juegos y charlas normales y de corrientes) y con los profesores. También, claro está, está la satisfacción diaria de haber completado una etapa más del recorrido.

    Lo más negativo que se me ocurre a cerca de la experiencia, es el dolor físico: dolor de pies, espalda, cuello y piernas. O sea, dolor de todo. Pero luego eso se soluciona con estiramientos y calentamientos durante los descansos y ya está. Además de que siempre puedes contar con la ayuda de tus compis para que te presten vaselina, compeeds y demás.

    En resumidas cuentas, el Camino ha sido una experiencia increíble que (por lo menos yo)he echado de menos nada más llegar a casa el último día. La recomiendo totalmente.

PATRICIA M.





sábado, 23 de junio de 2018

Sexta jornada: hasta Fisterra, o Finisterre











La última jornada transcurre para nuestros caminantes a ras del mar. Hay que ir de una ciudad costera a otra, de Cee a Fisterra. Se nota ya el canasancio, aunque prometa ser corto el recorrido, la calma es la nota dominante, no hay prisa por llegar. Tal es la calma que hasta un partido de baloncesto por el camino es posible, con un pequño jugador de vacaciones.
El mar les acompaña todo el rato, encontrando calas de ensueño como Playa Estrade, que reúnen al grupo en un no tan breve descanso. Un lugar para volver, suspiran los pergrinos, de vistas increibles y trato amable.
Fisterra se ve a lo lejos, será el último albergue que les acoja, desde el que podrán visitar alguna playa y, sobre todo, asistir a la puesta de sol del solsticio de verano.
Los peregrinos reciben la finisterrana, que marca el fin del Camino de Santiago, y la muestran orgullosos.
Prisas por llegar a tiempo después de cenar, que merecen la pena para no perdeerse la anunciada puesta de sol.
Y un montón de imágenes, unas muy bellas, otras muy simpáticas, que anuncian el fin de nuestro Camino (y el principio del de cada uno).

GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS. BUEN CAMINO




viernes, 22 de junio de 2018

Quinta jornada: hasta Cee, Galicia con los cinco sentidos

Esta calurosa jornada ha servido a los caminantes para degustar Galicia con los cinco sentidos.
Cambiaba el paisaje según nos acercamos al mar,  robles por pinos ...y los inevitables eucaliptus.
Suaves lomas y el único sonido de los pájaros que iban despertando, el ruido apagado de los pasos, a veces crujiente por las hojas de pino, y las conversaciones pausadas de los peregrinos.
El olor a pino, a humedad, iba ganado, para al final convertirse en olor a mar. A ratos mezclado con los aromas de eucaliptos.
El sentido del tacto se apropiaba de la piel, con esa sensación pegajosa que deja la húmeda Galicia, y las rozaduras, muchas, que los caminantes van acumulando en sus pies. Recordad una frase del Camino: llevo más ampollas que recuerdos.
Nos falta la vista, la que mas se recrea en el Camino, con sus múltiples tonos de verde, desde los prados, los pinos y eucaliptos, los maizales, el color de la piedra de los numerosos hórreos, y por fin, el color del mar, como premio a nuestro esfuerzo.
Y el gusto, todos los sabores que saben a tierra gallega, la ternera, el pescado, y el pulpo, ahh...el pulpo.

Hoy , recorrido largo, ha dado tiempo a todo, guerras de agua en la fuente, ira a la playa, y recorrer el pueblo de Cee, que se abre al mar.

Mañana nos espera el fin del mundo para los romanos, Fisterra, y llegamos en la noche más larga de año. Nuestro deseo será que el Camino, el de cada uno, sea feliz y completo.













jueves, 21 de junio de 2018

Cuarta jornada:de Negreira a Oliveroa




El despertador suena antes que nunca, a las cinco y media. Hay que hacer frente a una larga caminata ...de 32 kilómetros, y sobre todo, hay que huir del calor.
Pocas son las fotos conseguidas hoy, el cansancio tiene mucho que ver.
Desde el amanecer nos acompañan los maizales y los hórreos por doquier, las vacas y los aromas propios de estas tierras. Ya entendemos por qué está tan buena la ternera gallega, y la tortilla de patata hecha con huevos de la zona.

Hay que hacer de todo en los albergues, colaborar en la cocina,



 lavar y tender...charlar...en una tarde ya muy relajada.

En el Camino da tiempo a todo, incluso a comprar empanadas gallegas hechas con pan de maíz, de As Morañas, de bacalao, de  atún. 
Y da tiempo a descansar, a reirse y a saludar a los que con una sonrisa te dejan regarte con la manguera de su patio. Y a hacer, como todos los días su dibujo a Pedro.
Un baño de pies en el río, lo mejor.

Mañana nos acercamos a la costa, en una jornada más ligera.
Seguimos en buen Camino.


miércoles, 20 de junio de 2018

Tercera jornada: salimos de Santiago camino de Negreira.

Santiago amanece prometiendo una jornada de calor, con la humedad propia de Galicia. El camino es más corto, 22 kilómetros,  pero nos agobia esa sensación que se acrecienta según avanza la mañana.
Hoy son eucaliptales los que nos dan sombra, no muy fresca por cierto.
Hemos dejado a dos peregrinas en la estación camino de Madrid, lo que nos deja tristes e incompletos, pero en el Camino cada uno debe medir sus fuerzas y  en base a ello tomar decisiones.
Entre peregrinos de Australia, Finlandia, Canadá, Italia, Japón, Estados Unidos, Alemania...el Camino es de todos.
 Nos hemos encontrado con esta caída de agua del Tambre, una represa que formaba un rincón dificil de olvidar.
Puente Maceira, el dibujo del día de Pedro



 Para terminar el día una sesión de flexiones y ejercicios dirigidos por Julio, que siempre se encarga de los estiramientos y la cura de ampollas de nuestros peregrinos.

martes, 19 de junio de 2018

Segunda jornada, a Melide y Santiago

De nuevo amanece nublado para aliviar a los caminantes, aunque durará poco y el sol saldrá con toda su fuerza. Camino a Melide, puente romano, bosques de refresco y algún albergue acogedor para tomar un poco de fruta.



 Melide y su famoso crucero, el más antiguo del Camino, y el pulpo más rico





El monte del Gozo.
EL EQUIPO AZUL


Nos espera Negreira.

lunes, 18 de junio de 2018

Primera jornada hasta Ponte Ferreira

27 kilómetros para comenzar nuestra peregrinación.

 Tiempo para todo en el Camino

 Para una buena caminata,  mejor estirar y asi evitar agujetas



 Saliendo de Lugo