RECOGEMOS DE NUESTROS CAMINANTES Y "CAMINANTAS" SUS IMPRESIONES DE LO MEJOR Y LO PEOR DEL CAMINO.
Hola!! Hmmm...lo que más me ha gustado es que hemos convivido todos muchísimo. Hemos descubierto aspectos de otras personas que no conocíamos, y a veces hasta personas enteras (mejor tarde que nunca). Creo que estar tan en contacto con la naturaleza ha ayudado bastante a estrechar esos lazos
Hola!! Hmmm...lo que más me ha gustado es que hemos convivido todos muchísimo. Hemos descubierto aspectos de otras personas que no conocíamos, y a veces hasta personas enteras (mejor tarde que nunca). Creo que estar tan en contacto con la naturaleza ha ayudado bastante a estrechar esos lazos
Lo que menos...si tuviese que poner una pega yo diría que el tiempo no ha acompañado mucho la lluvia, pero no podíamos hacer nada contra eso
María I.
Ha sido un viaje al que temía, jajaja no sabía muy bien si iba a aguantar tanto tiempo andando pero luego resultó que lo peor fue el antes y el después. El antes por los nervios, incluso el miedo de no saber con seguridad a que nos íbamos a enfrentar. Y el después porque de verdad que es desde que llegué a mi casa, me puse a buscar las fechas de los exámenes de la universidad para tantear si el año que viene podía o no colarme para volver al camino con el cole. Podría decir que el tiempo tampoco me gustó. Pero realmente fue algo secundario, como los dolores. Pasaba y al ser algo fuera de nuestro alcance, que no podíamos cambiar pues simplemente lo llevamos de la mejor manera e incluso dejándonos momentos super épicos como todos secando la ropa en el centro de interpretación de al lado de Potes jajaja.
Lo que mas me ha gustado es complicado de explicar porque realmente fue todo el durante pero también parte del postcamino. Como llegar a casa y apreciar mas lo que tengo. Pero realmente lo que ha hecho esta experiencia si no la mejor, una de las mejores fue el camino en si. Las tardes en los albergues. Charlas con compis que me han sorprendido para bien. Las caminatas cantando canciones como LA CANCIÓN del camino que se que pasen los años que pasen cada vez que la escuche me acordaré de todos vosotros. Las visitas culturales y los paisajes de película que vimos. De verdad ha sido impresionante. Muchas gracias por tu entrega en esto,en el blog, en organizarlo, en animarnos en cada cuesta. ¡Gracias de corazón!
Ha sido inolvidable
Paula
Lo que más me ha gustado ha sido poder conocer a gente
tan especial como ha sido el grupo. Al principio pensaba que iba a ir sola pero
resultó que el grupo me acogió perfectamente y me sentí muy a gusto con ellos.
Al final pasar tiempo con ellos era lo mejor y es por eso que lo peor fue no
poder andar esos días que estuve mal.El camino ha supuesto una experiencia inolvidable para
mi que repetiría sin dudarlo porque he podido conocer lugares y personas
increíbles.
Bea V.
Pues lo que más me ha gustado ha sido el buen clima de ayuda que se ha creado, que también me ha permitido conocer más en profundidad a compañeros que llevaba toda la vida con ellos pero que apenas conocía; además me ha encantado la unión que hemos creado, como una segunda familia.
Y lo que
menos me ha gustado yo creo que ha sido el mal tiempo que hemos tenido, esa
lluvia que nos hizo que los últimos días tuviésemos que andar empapados y
quitándonos visibilidad para poder ver el paisaje
Eva
Jo Ana, no te sé responder bien a ninguna de las dos
preguntas Me ha gustado
absolutamente todo, incluso lo que menos me gustaba acabó teniendo su encanto
(la ropa húmeda, el que no esté totalmente limpia etc) me han gustado las
cuestas, los días duros de aventura, la relación entre todos nosotros, tanto
alumnos como
profes, el ambiente familiar libre de prejuicios que hemos creado entre todos, ampollas, suelo incómodo para dormir, las charlas, el salseo, absolutamente todo, ha sido la magia del camino, hasta las cosas "molestas" molaban, con decirte que me ha gustado más hacer el camino que ir a Mallorca te lo digo todo, y ya no me enrollo más, ha sido un viaje increíble y una experiencia que hasta que no la vives no se puede entender hasta que punto te absorbe, así que gracias profes. Madre como me he explayado
profes, el ambiente familiar libre de prejuicios que hemos creado entre todos, ampollas, suelo incómodo para dormir, las charlas, el salseo, absolutamente todo, ha sido la magia del camino, hasta las cosas "molestas" molaban, con decirte que me ha gustado más hacer el camino que ir a Mallorca te lo digo todo, y ya no me enrollo más, ha sido un viaje increíble y una experiencia que hasta que no la vives no se puede entender hasta que punto te absorbe, así que gracias profes. Madre como me he explayado
Claudia
Pues lo que más me ha gustado, es que he aprendido
mucho mas de algunas personas en una semana, que en quince años gracias a la
convivencia creada en el camino.
Y lo que menos me ha gustado, no sabría que decir,
porque no me llevo nada malo del camino
Lucía G.
Nota: espero haber acertado con las fotos..., chicas...ya sabeis...
Creo que lo que más me ha gustado del camino ha sido el compañerismo, tanto entre alumnos como con los profesores. No ha habido otro viaje con el colegio en el que nos hayamos unido tanto. Que todo fuera de todos y todos fuésemos uno. Cantar y reír todos juntos en los ratos libres es lo que me llevo, (y acordarme de ello cada vez que escuche a Nino Bravo, claro).
Lo que mas me gustó fue la comida que hicimos en medio del campo después de subir una cuesta enorme cuando cada uno empezó a sacar lo que le había tocado llevar en las
mochilas las tortillas, el pan, la fruta y nos lo repartimos entre todos.Y lo que menos me gustó fue el día que tuve que ir en coche porque me dolía la rodilla ya que me apetecía mucho haber hecho todo el camino andando.
mochilas las tortillas, el pan, la fruta y nos lo repartimos entre todos.Y lo que menos me gustó fue el día que tuve que ir en coche porque me dolía la rodilla ya que me apetecía mucho haber hecho todo el camino andando.
María G.
Nota: espero haber acertado con las fotos..., chicas...ya sabeis...
Creo que lo que más me ha gustado del camino ha sido el compañerismo, tanto entre alumnos como con los profesores. No ha habido otro viaje con el colegio en el que nos hayamos unido tanto. Que todo fuera de todos y todos fuésemos uno. Cantar y reír todos juntos en los ratos libres es lo que me llevo, (y acordarme de ello cada vez que escuche a Nino Bravo, claro).
Quizás lo único malo fueran el dolor o las ampollas
pero está más que compensado con todo lo bueno que nos ha pasado.
Miriam
Lo que más ha sido la relación que hemos formado, y
como hemos empatizado todos.
Y lo que menos los días que lluvia, pero tampoco me
parece algo que no me haya gustado.
Lo que más me ha gustado ha sido que hemos tenido una
convivencia muy buena.
Y lo que menos que me dio mucha pena que se fueran Iñigo y
Pablo. César.
Lo que mas las vistas de los acantilados y lo que
menos diría que tener que volverme.
Pablo
Lo mejor del camino ha sido el grupo de personas que
me ha acompañado, gente fantástica con la que el andar se ha hecho más ameno y
que han hecho este camino inolvidable
Lo peor las ampollas!
Antonio
Lo que
más me ha gustado ha sido el acercamiento entre todos y la satisfacción de
sentirse realizado al terminar una etapa todos juntos.
Lo que
menos me ha gustado ha sido el tener que cuidar las "heridas"
(ampollas) jajajaja
Lo que mas me ha
gustado y probablemente coincida con muchos es el sentimiento de compañerismo
que ha habido en nuestro grupo y en general con la gente de los albergues e
incluso la gente con la que nos cruzábamos.
Lo que menos ha sido
el sentimiento de no poder más y no tener la oportunidad de descansar, esa
obligación de tener que seguir pese a que realmente nadie te obliga.
María Z.
Hola Ana. Lo que más me gustó fue la relación tan especial que establecimos entre todos nosotros y con los profes.
Lo que menos me gustó es que no durase más tiempo.
Muchas gracias por todo
Elena G.
Pues lo que mas me ha gustado la verdad, aparte de las
vistas y que todo era muy bonito, es que después por
las noches hablábamos todos en círculo porque la verdad no pensaba que al final nos fuésemos a llevar tan bien. Y lo que menos, a lo mejor la ruta del Nansa... jajaja. Irene.
las noches hablábamos todos en círculo porque la verdad no pensaba que al final nos fuésemos a llevar tan bien. Y lo que menos, a lo mejor la ruta del Nansa... jajaja. Irene.
El camino es algo que siempre me había planteado hacer
y que mejor que hacerlo como despedida del colegio,de mis compañeros y
los profesores,ese fue uno de las cosas que más me gustó que todos íbamos con
las ganas de pasárnoslo bien sin ninguna preocupación y con las ganas de
disfrutar cada momento ,eso por no decir el compañerismo que había. Me
sorprendió como todos en cada parada sacábamos toda la comida y el agua
que nos quedaba y la compartíamos sin importarnos quedarnos sin nada.Ademas
todos nos preocupábamos sobre cómo íbamos, si nos dolía algo...También los
paisajes fueron espectaculares y los pueblos que vimos, preciosos, además las
iglesias me gustaron mucho,la de Santa María de Lebeña, mi favorita. Otra de las
cosas que más me gustó es lo que he aprendido, allí aprendes que puedes vivir
con muy poco y que en esos momentos de lo que menos puedes preocuparte es de la
belleza más que nada es que eso allí te da igual además te das cuenta de lo
buena que puede ser la gente como el Padre Ernesto ,las personas de los
albergues o mismamente la que nos llevó en el coche.
Cosas malas la verdad que
pocas,es duro eso sí y las cuestas arriba me mataban pero luego la satisfacción
que te da hacerlo es mayor que lo que te cuesta. También,quizás me hubiera
gustado haber estado más tiempo en ciudades como Comillas,San Vicente...y que
los albergues estuvieran más en ese tipo de sitios y no tan alejados pero por
lo demás me encanto la experiencia y la repetiría sin dudarlo.
Ana S.
Hola Ana!! Puues a mi lo que mas me ha gustado del camino ha sido que he conocido a personas con las que antes no tenia apenas relación y que hemos convivido muy bien todos!
Y lo que menos me ha gustado del camino han sido las cuesta arriba sin duda!
Bea R.
Inseparables Quuensy |
El increíble compañerismo que ha habido, un compañerismo intenso, gratificante y que no esperaba nada a cambio que no se entiende hasta que no se vive.
LO QUE MENOS
En su momento lo que menos me gustó fueron los primeros días porque se me hacía súper duro andar, llevar la mochila, tener agujetas, ampollas... Pero ahora pienso en esos primeros días y la verdad que me gustan, y le dan sentido al resto del Camino.
Así que lo peor sin duda fue la despedida porque a parte de despedirme del Camino, sentí que ya era la despedida definitiva del cole, y eso me dio mucha mucha mucha pena. Pensaba que no me iba a dar tanta pena acabar el Camino, pero es que son ese tipo de viajes que se viven solo una vez en la vida, porque es verdad que se puede volver a hacer (que probablemente lo vuelva a hacer) pero ya no será con la misma gente, los mismos sitios, las mismas anécdotas... ya no será lo mismo, y eso da pena
Marta B
Lo que más me ha gustado y que además me ha
sorprendido ha sido el trato tan bueno de la gente en general, tanto cuando
llegábamos a los albergues como los habitantes de Comillas, Santander, Potes y
demás sitios,que siempre nos animaban con un "venga,que ya queda
menos" y aunque tú sabías que aún te quedaban kms por hacer, yo me sentía
con más fuerza para seguir y ayudaba un montón que te animasen de vez en cuando.
Y lo que quizás menos me ha gustado es no poder haber
visitado durante más tiempo algunos pueblecitos por los que pasamos como
Santillana del Mar( me hubiera quedado un día más), y el día que llegamos tan
tarde a comer al colegio... Pero en general no puedo quejarme de nada,ya que ha
sido una experiencia muy bonita y que espero poder repetir algún día, y así
está vez llegar a Santiago
Leticia
Una de las cosas que más me ha gustado era escuchar
"Chicos ya queda un kilómetro!!" esa frase era música para mis oídos,
ya que tenía numerosos significados, entre ellos que ya ibas a cumplir una
nueva meta y que por tanto nos encontrábamos cada vez más cerca de Santo
Toribio; por otro lado significaba que apenas íbamos a tardar un cuarto de hora
en tumbarnos en una cama que después de tantos kilómetros de andar sin parar
era necesario.
Además me encantó darme cuenta de que todo esfuerzo
tiene su recompensa un claro ejemplo fue el mirador de Santa Catalina, veías la
cuesta que tenías que subir y ya notabas como se resentían tus gemelos pero al
llegar a la cima y contemplar aquellas vistas se nos borró por completo la
imagen de aquella subida y pudimos disfrutar de aquel paisaje
inolvidable.
También me di cuenta de que la positividad es una de
las armas más valiosas en el camino de Santiago, sacarle el lado bueno a todo
te hace más feliz y tomártelo de otra manera, muchas veces reírse de si mismo
es lo mejor que podemos hacer.
Pero sin duda alguna el conocer mejor a mis compañeros
fue la aventura más impresionante (junto a nuestro querido valle fluvial del
Nansa, claro)
Como podéis ver para mi el camino me ha llenado más
emocionalmente y es con lo que me quedo de él, con todos aquellos sentimientos
enfrentados que me hicieron toparme con una nueva realidad.
En mi caso lo único que no me gustó fue no encontrar
unos calcetines limpios cuando más los necesitaba o ir con las zapatillas
encharcadas durante kilómetros además de escuchar a los habitantes de ciudades
como Potes decir "pero si aquí nunca llueve" (una vez más demostrando
lo gafes que somos), por lo demás fue todo una experiencia inolvidable a la que
de su lado malo se le puede buscar el bueno, por ejemplo por muy frío que
estuviese el suelo de aquel colegio en el que dormimos no me pude reír más
gracias a la risa floja de Julio y Blanca, por otro lado el llenarnos de barro
hasta la rodilla me hizo recordar cuando éramos pequeños y ya hasta me daba
igual caerme y ver como curaban ampollas me hizo aprender más sobre primeros
auxilios. Por lo tanto como he dicho antes, si vas con la mentalidad adecuada
llegas a donde quieras y hace que apenas recuerdes las cosas malas
Michelle
Lo que más. El estado de ánimo del grupo. Siempre
positivo y con ganas de implicarse. Creo que ha sido un grupo fuera de lo
normal.
Lo peor... las dos
deserciones. Pero estaba dentro de lo normal
En resumen, valoro el
camino con un sobresaliente. Todo lo que se me ocurre es positivo.
Julio
Lo mejor: la conexión, unión, compaginación, comunicación, el acoplamiento del grupo. Ha sido increíble ver cómo un grupo tan numeroso ha convivido al unísono en unas circunstancias a veces no muy buenas, pero siempre prevaleciendo la alegría y el buen ambiente.
Lo peor: comprobar que no hay nada realmente eficaz contra la lluvia intensa. Bueno, tal vez un paraguas!!??
Blanca V.
Un beso y una
flor
La canción de Nino Bravo, de repente se convirtió durante una semana en el motor y la síntesis de lo que estabais haciendo. Avanzar por un valle de ensueño, La Liébana, descubriendo como la voluntad era más fuerte que vuestras piernas, convirtiéndose en el motor en cada repecho, aunque no se alcanzase a ver el collado final.
Lo mejor estaba en el propio Camino, en los paisajes rurales que enfrentabais cada amanecer, el ritmo pausado que seguíais por la vereda de los ríos, la lluvia que os empapaba hasta los huesos, las playas que recorríais alegres con los pies descalzos, sintiendo como el tiempo os daba la pausa para conoceros un poco más, primero físicamente, descubriendo el peso de la mochila, la flojera de piernas, la espalda que se resentía, luego para descubrir vuestra fuerza interior que os impedía claudicar pese al dolor, el mismo dolor que se transformaba en costumbre, la costumbre que devenía en contemplación y después en miedo, miedo a que terminara el Camino, a volver a la prisa, al bullicio a la soledad de la ciudad.
Descubríais ese “ligero de equipaje” de la canción, primero por la necesidad de evitar peso en la mochila, luego porque todo lo necesario estaba a vuestro alcance, una comida frugal en un prado, un saco para dormir y una buena compañía que os apoyaba durante el día y os entretenía con el “salseo” durante las veladas nocturnas.
A veces la recompensa era tan sencilla como alcanzar un mirador, que os asomaba a lo profundo del valle, pero también os mostraba lo alto que se puede llegar con tus propias fuerzas, lo lejos que llegarías mañana y lo importante que era confiar en ti mismo, porque Santa Catalina a lo mejor solo era una metáfora geográfica de dónde habías llegado. Otras veces os replanteabais porque adentrarse en la profundidad de los Picos de Europa, y dejar atrás la comodidad de las olas del mar, pero subisteis el valle del Nansa y conseguisteis dejar a tras el día más difícil con lluvia y barro incluso una noche sin litera en el colegio de Cades, y de todos esos trances has visto que se puede salir sin otra ayuda que la fuerza que llevas dentro.
Esas son las lecciones que te enseña el Camino, y que es imposible aprender sentado en un aula, porque no se puede traer al Colegio la brisa de la Playa de Langre, con la luz de su amanecer, o el placer de oir en un acantilado a Paula tocar el ukelele mientras Claudia canta Let it be, o disfrutar de una tarde en el lavadero de Santillana del Mar viendo pintar a tus compañeros de viaje, antes de tomarte esa cerveza tan rica, en Madrid es imposible que Luis te brinde un concierto de Metal drums antes de dormir o disfrutar de ese cocido Lebaniego en Potes junto al grupo, o arribar a Santo Toribio cantando el himno del Colegio, porque la vida se disfruta por los sentidos y vosotros habéis asistido a un banquete por los cinco costados, una sinfonía de sensaciones que se iba acumulando en vuestro interior superando :“las piedras del Camino”
Solo faltáis vosotras.......Flavia, Cris,
Lo que más me ha gustado,.....
disfrutar cada minuto de la lluvia,las risas, hasta del cansancio y las cuestas. Y verlo disfrutar (y sufrir)a todos nuestros peregrinos de este año, que han sido una muestra de superación continua, sin lugar a dudas. Lo que menos, la vuelta a la normalidad, salir de ese momento mágico que es todos los años El Camino. Ana Palacios
Un HURRA por nuestros visitantes y BENEFACTORES, Javier, y Borja; Joshany, Inma, Isabel y Loli.
La canción de Nino Bravo, de repente se convirtió durante una semana en el motor y la síntesis de lo que estabais haciendo. Avanzar por un valle de ensueño, La Liébana, descubriendo como la voluntad era más fuerte que vuestras piernas, convirtiéndose en el motor en cada repecho, aunque no se alcanzase a ver el collado final.
Lo mejor estaba en el propio Camino, en los paisajes rurales que enfrentabais cada amanecer, el ritmo pausado que seguíais por la vereda de los ríos, la lluvia que os empapaba hasta los huesos, las playas que recorríais alegres con los pies descalzos, sintiendo como el tiempo os daba la pausa para conoceros un poco más, primero físicamente, descubriendo el peso de la mochila, la flojera de piernas, la espalda que se resentía, luego para descubrir vuestra fuerza interior que os impedía claudicar pese al dolor, el mismo dolor que se transformaba en costumbre, la costumbre que devenía en contemplación y después en miedo, miedo a que terminara el Camino, a volver a la prisa, al bullicio a la soledad de la ciudad.
Descubríais ese “ligero de equipaje” de la canción, primero por la necesidad de evitar peso en la mochila, luego porque todo lo necesario estaba a vuestro alcance, una comida frugal en un prado, un saco para dormir y una buena compañía que os apoyaba durante el día y os entretenía con el “salseo” durante las veladas nocturnas.
A veces la recompensa era tan sencilla como alcanzar un mirador, que os asomaba a lo profundo del valle, pero también os mostraba lo alto que se puede llegar con tus propias fuerzas, lo lejos que llegarías mañana y lo importante que era confiar en ti mismo, porque Santa Catalina a lo mejor solo era una metáfora geográfica de dónde habías llegado. Otras veces os replanteabais porque adentrarse en la profundidad de los Picos de Europa, y dejar atrás la comodidad de las olas del mar, pero subisteis el valle del Nansa y conseguisteis dejar a tras el día más difícil con lluvia y barro incluso una noche sin litera en el colegio de Cades, y de todos esos trances has visto que se puede salir sin otra ayuda que la fuerza que llevas dentro.
Esas son las lecciones que te enseña el Camino, y que es imposible aprender sentado en un aula, porque no se puede traer al Colegio la brisa de la Playa de Langre, con la luz de su amanecer, o el placer de oir en un acantilado a Paula tocar el ukelele mientras Claudia canta Let it be, o disfrutar de una tarde en el lavadero de Santillana del Mar viendo pintar a tus compañeros de viaje, antes de tomarte esa cerveza tan rica, en Madrid es imposible que Luis te brinde un concierto de Metal drums antes de dormir o disfrutar de ese cocido Lebaniego en Potes junto al grupo, o arribar a Santo Toribio cantando el himno del Colegio, porque la vida se disfruta por los sentidos y vosotros habéis asistido a un banquete por los cinco costados, una sinfonía de sensaciones que se iba acumulando en vuestro interior superando :“las piedras del Camino”
Solo faltáis vosotras.......Flavia, Cris,
Lo que más me ha gustado,.....
disfrutar cada minuto de la lluvia,las risas, hasta del cansancio y las cuestas. Y verlo disfrutar (y sufrir)a todos nuestros peregrinos de este año, que han sido una muestra de superación continua, sin lugar a dudas. Lo que menos, la vuelta a la normalidad, salir de ese momento mágico que es todos los años El Camino. Ana Palacios