miércoles, 1 de julio de 2015

Cuarta jornada. De Arrés a Ruesta.


El mejor día según Nicolás...resucitado y recuperado del bajón del día anterior.
Ana en un campo de cereales interminable en los que recuperar el aliento. 


Fatal según Paula....es difícil tirar de la tropa que parecía que se quedaba en un cementerio antes que subir a comer a Artieda.

Nuestros dibujantes, Nicolás y Teresa con el profe.

Manuel, tan servicial, y dispuesto siempre, todo un caballero.

Por San Pedro, un aperitivo en Artieda.

En el Camino con las burgalesas.

Atravesamos los badlands del roquedo arcilloso...según Marta.
Pensando escribir un libro en recuerdo a esas tierras que acabarán anegadas por el pantano de Yesa. Vimos protestas en todos los pueblos de la zona, contra el recrecimiento del pantano, que a negará sus tierras y no les aportará más beneficios.
Comida en Artieda,  pueblo acogedor que tomamos casi al asalto durante varias horas, pensando , ingenuamente que el calor remitirá.  Y no fue así, el resto del recorrido, sin sombra, fue realmente caluroso. Julio empezaba ya a resentirse de sus heridas de guerra.


Esperaba Ruesta,
 pueblo en ruinas, con las construcciones del albergue como única muestra de vida. Nos recibieron un torreón y un ábside abandonados,  unas calles solitarias, nostálgicas de tiempos mejores.

Carlota a la llegada a Ruesta.

 Frases del día...especial....#o crees en el apóstol Santiago o crees en los profes#...toma de conciencia de lo duro pero a la vez positivo...sobre el espíritu de grupo y el esfuerzo.
Y una nueva peregrina. ..Julia....que apareció en Ruesta tras un largo periplo.
En la puerta del albergue, con Julia recién llegada.

1 comentario:

  1. Yo nada más que veo fotografías de gente sentada. A ver si nos la estáis pegando...

    Mucho ánimo. Un abrazo.

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