Y llegó la última caminata y el último madrugón para llegar a Estella. Catorce kilómetros restaban para terminar el Camino.
Eso sí, con la promesa de desyunar en Lorca degustando su riquísima totilla de patatas recién hecha.
Debido a los calores del Camino, las gueras de agua fueron continuas e inevitables.
La llegada a Estellla, pasando por la iglesia del Santo Sepulcro.
Y nuestro último recorrido del románico del Camino, que tan atentamente ha seguido este grupo de peregrinos....San Pedro de la Rúa.
Un claustro que invita a la contemplación y el descanso.
Y llegaron las despedidas.
BUEN CAMINO
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