domingo, 3 de julio de 2016

Etapa reina. De Ribadeo a Mondoñedo.

ETAPA REINA: DE RIBADEO A MONDOÑEDO



Los hórreos gallegos fueron un paisaje constante en nuestro horizonte, al atravesar las aldeas .

Nuestros peregrinos afrontaban hoy la etapa más dura del camino de este año, tras un día más descansado,  Ana nos cuenta sus impresiones:


La mañana amanece con nieblas, muy propias de tierras gallegas, en las que ya nos encontramos.


Algún caminante ya tiene que recurrir al "look guiri", sandalias con calcetines.

Los cementerios gallegos fueron una constante a lo largo del camino,, con su perfil característico.






La etapa que nos metía en el interior de Galicia y nos separaba del mar se convirtió en la etapa reina, por la distancia a cubrir, 36 kilómetros, eso sí, los últimos 12 opcionales. 




Gracias a Javier, que nos ha visitado tres días y ha hecho de coche escoba para posibles lesiones y cansancios infinitos. Hoy le hemos despedido, por lo que ya nos valemos por nosotros mismos.



Parada en Lourenzá , con fuente incluida.




La etapa fue larga, dura y, afortunadamente, con un tiempo del norte, 18 grados, y nubes que nos protegían del sol. 


Bosques de eucaliptos, demasiado frecuentes, con un ambiente seco.

Los paisajes gallegos, con sus habitantes, se repiten en todos los caminos.

Ya queda menos para Mondoñedo...uf,,cunde el desánimo en alguno/a caminante.







Tuvimos que alternar muchos tramos de asfalto, que recalientan los pies y los ánimos.

Según Ana Moreno no hay palabras para describir tanto dolor. Pero Ignacio y algún chico más se decepcionaron porque esperaban que fuera más dura. Así que hay peregrinos para todos los gustos.

Dos o tres paradas para reunirse y descansar, para mimarse los pies y para tomar un refresco. Esperaba Mondoñedo, muy a lo lejos, parecía no llegar nunca, pero sí. La hospedería de Santa Catalina, antiguo seminario de la ciudad, nos hospedó entre sus muros del siglo XVIII.








En Mondoñedo mucho que ver: una plaza verdaderamente hermosa, la casa de Álvaro Cunqueiro, la catedral, el barrio de Los Molinos...La fuente Bella


En las paradas da tiempo a recuperar fuerzas (hay quien no olvidará las raciones de callos de Mondoñedo) y a pasear, y a pintar. Dibujo de Pedro V.


La Catedral de M

ondoñedo

Y a descansar para la siguiente etapa, más corta, eso sí. Con pies doloridos, alguna tendinitis, piernas molidas, muchas ampollas... todo ello curado con mucho mimo y con la ayuda de Julio. 




Magníficos paisajes de una Galicia poco conocida y que llena los ojos de verdor. Tiempo de caminar y de ir charlando tranquilamente.
Escultura frente a la catedral de Álvaro Cunqueiro (fuente: Wikipedia)





Imagen nocturna del monumento homenaje al escritor Álvaro Cunqueiro.








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