martes, 27 de junio de 2017

Cuarto día: de la Revilla a Cades. Momentos para encontrarse a uno mismo

Días como hoy se podrían incluir en programas como Supervivientes. Dos de nuestros caminantes se han vuelto...con gran pena para los que aquí seguimos. Echaremos de menos a Pablo y a Íñigo.
Mientras el resto se dedican a superar cada minuto las pruebas que nos pone el día: mojados por una lluvia persistente, resbalando por el barro
(de una ruta fluvial impresionante, eso sí, la del Nansa),




 las incomodidades de no llevar ropa seca, ni limpia, ...pero todo superado.

Unos antes, y otras después, se van encontrando en el camino. Y lo hacen a base de superar el dolor de sus ampollas o de sus rodillas, como Cris y Miriam,  o el cansancio de llevar la casa a cuestas, como Bea.
Todos contentos cuando aparecen las primeras señales de Camino Lebaniego (que luego servirán para poco, por cierto)
También lo consiguen compartiendo sus viandas en momentos de bajón,
Michelle, Leticia, Eva y Flavia o Marta, tan sufrida,  y siempre con premio:


 Llegar al albergue y pasar unas buenas horas con los compañeros. Curando pies, y dando masajes como el eterno Julio, esta vez con paraguas...lavando ropa (que no se seca en la vida, esto es el norte), escuchando música (Paula nos deleita con su ukelele), pintando (tenemos un montón de artistas a las órdenes del profe, Pedro, claro: Irene, Lucía, María...las Gamboa...Bea V.). Otras escribimos (Claudia, Ana P.), otros juegan a las cartas....los chicos supervivirntes, César, Jesús, Antonio, y Señor.
Oyendo música, estirando músculos que no sabían ni que tenían...Zori, María I., charlando, Elena y Lara,  y Blanca...charlando a la vez que organiza a la tropa, y nos manda la oración del día por Whatsapp....que la han adoptado como su mami.
Pero lo que pasará a la historia del Camino de este año serán las Queensy (tengo que preguntar cómo se escribe), Ana Solana, Leti, Marta y Bea. Famosas por su...llamemosle tranquilidad y su cuidada presencia
(que no sabemos como consuguen, al igual que Flavia...)

Hoy ha sido un dia de aventuras, barro hasta las rodillas, pero mucho compañerismo y risas en una cena cuartelera. Dormir en el suelo del colegio de Cades solo se puede afrontar con buen humor y más risas, después de las palizas de andar más de veinte kilómetros diarios
Algunos caminantes todavía tenían fuerzas para ir a ver un ternerito recién nacido o una conocida ferrería.
 





Mañana más. Un hurra por nuestros sufridos caminantes.

4 comentarios:

  1. Y que lo digas. Día de introspección y de apertura a la vez. Las endorfinas han funcionado al máximo nivel. Vivir y vivir, eso es lo que cuenta. Y mañana más

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  2. Fantástico blog, ��. ¡Ánimo!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Aventuras, compañerismo, superación... Un vocabulario envidiable para unos caminantes admirables.

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