Día 3: GRADO-SALAS
Los kilómetros comienzan a pesar, y eso que es solo el segundo día, pero la etapa se nos hace muy cuesta arriba y nunca mejor dicho, ¿verdad Andrea?
No es una etapa especialmente larga pero si repleta de subidas y bajadas infernales, y por si fuera poco después de nuestra paradita de rigor llega la lluvia. Es bastante desagradable caminar mojado y aún lo es más si te tuerces un tobillo, y si no que se lo pregunten a Edu. A pesar de las dificultades llegamos a nuestro destino donde nos esperaba un comedor de lo más acogedor para comer unas ricas ensaladas, acompañadas de fruta con todo tipo de jamón, empanadas y gazpacho. Al final va a ser verdad que en el camino se engorda, manda narices...
Tras un breve descanso, algunos aprovechan para dar un paseo, mientras otros prefieren apoyar a la selección que se juega el pase a semifinales en la Eurocopa (al final ganamos), pero todos esperábamos con nervios la llegada de las nuevas incorporaciones: las jefas y el marqués. Tras unas cervezas de bienvenida (como no podía ser de otra manera) y unos penaltis nos dirigimos a cenar a casa Pachón donde algunos despliegan su lado femenino pintándose los labios y alterando a algún que otro paisano del lugar. ¿Casa Pachón o casa emPACHÓN? Yo creo que este último le iría mejor a aquel lugar perturbador donde el misterio alrededor del menú es sagrado, y la cantidad de platos delirante: que si caldo de pescado, patatas con costillas, garbanzos, pasta, pescado..... Con hambre no nos quedamos desde luego, pero tampoco con ganas de cachondeo y pasarlo bien, que a pesar de las agujetas, las cuestas o los madrugones, son los protagonistas indiscutibles de este viaje. Ana e Isa bienvenidas a la aventura, es un gusto teneros aquí y poder disfrutar con vosotras de un millón de pasos.
Adiós
Fdo: Carmen
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